Anunciado allá por el lejano mes de mayo de este año, finalmente llega el primer número de Leviathan, escrito por John Layman (Chew) y con el fabuloso arte de Nick Pitarra (The Manhattan Projects). Después de un largo tiempo de no tener un cómic mensual, la idea de ver los dibujos de Pitarra mes con mes es simplemente fascinante. Bien lo dijo Layman al anunciar el proyecto, la idea principal era mostrar el arte de Nick en todo su esplendor.


Leviathan parte de una premisa bastante sencilla y que no podía llegar en mejor momento. Desde la primera entrega de Pacific Rim, el cine de monstruos ha recibido un segundo aire y parece que los creadores quieren un poco de ese éxito, con un producto de gran calidad.



Después de que se termina la cerveza en una fiesta, Ryan es el encargado de ir a comprar más pero, como suele pasar, sus amigos liberan un monstruo gigante por la ciudad. Si están familiarizados con Community, el episodio Remedial Chaos Theory nos enseña como se puede ir patas para arriba en un par de minutos y este cómic es una excelente muestra de eso.


Como buen primer número, en un par de cuadros se nos muestra a los que aparentemente serán los principales personajes de la serie. Si bien es obvio que Ryan tiene el papel principal, el reparto parece considerar aun cura que ha visto al Leviathan antes, un adolescente fanático de los kaiju y un indigente que sabe que el final se acerca. Además nos muestran en un par de páginas el plan de contingencia de Estados Unidos - con un vistazo al cuarto de Trump - y que claramente son robots gigantes para pelear contra esta nueva amenaza.



Así como lo decía Layman en la entrevista, lo verdaderamente hermoso de esta nueva serie es el arte de Pitarra, inactivo desde que entrara en hiatus la serie Manhattan Projects, en la que colaboraba con Jonathan Hickman. Si bien siempre se le ha comparado con Frank Quitely, el mismo ha dicho que viene de una escuela un poco más atrás, como lo son Geoff Darrow o incluso el europeo Moebius.


Se nota una clara evolución a sus trabajos anteriores y además la libertad artística es casi palpable. Acostumbrado a verlo en trabajar en cómics de panel tras panel, es muy bueno verlo evolucionar en el que el uso de paneles bien definidos ya no es necesario y se aprovecha de crear una imagen que se pueda apreciar como una página completa pero aún así incluyendo pequeños recuadros que ayudan a la narrativa y hacen avanzar la historia. Como los encuentros entre Ryan y Viv, su novia, donde llena la página de corazones y en otras donde todo parece derretirse a causa del monstruo.



El splash page en el que sale el Leviathan por primera vez es simplemente espectacular. La calidad de detalle es impresionante y puedes pasar algunos cuantos minutos apreciándola y siempre encontrando algo nuevo. El arte puede pasar desde las cosas más sencillas como son gente caminado hasta un dragón destruyendo la ciudad y en ningún momento se siente fuera de tono.


Es muy fácil seguir el hilo de los acontecimientos y es en realidad una lectura muy rápida pero que también invita a la re-lectura para poder apreciar cualquier detalle perdido. A esto se le suman los diálogos de Layman que hacen todo más placentero y en lugar de exponer la situación a través de conversaciones o de alguien explicando la situación, deja que el arte cuente la historia, siendo los diálogos un complemente para entender un poco más la situación.


Es un número uno espectacular que realmente es necesario verlo para poder apreciarlo. No dejen que les cuente yo y si tienen oportunidad, léanlo que no se van a arrepentir.