Hace casi un mes llegó la nueva generación de consolas y con ella varios cambios en la forma como adquirimos nuestros juegos en estos días. Si no has vivido bajo una roca o en total aislamiento incomunicado por la pandemia COVID-19, sabrás que en la guerra de exclusivas Sony le lleva una ventaja enorme a Microsoft y es por lo que esta compañía opto por una estrategia diferente llamada “GamePass”.


Xbox Game Pass - Wikipedia, la enciclopedia libre



GamePass es un servicio que ofrece Microsoft, que por una cuota mensual tienes acceso a un catalogo de diferentes juegos para poder descargar a tu consola y jugarlos sin problema, algo así como el Netflix de videojuegos. Este servicio paso de ser exclusivo de Xbox para poder también ser usado por los jugadores de PC, ampliando así Microsoft su mercado, suena bastante interesante e innovador para todos los jugadores.


Pero hay un tema que pocos han tocado con respecto a esto y yo como buen adulto gamer de los 90s lo llamo el efecto “PlayStation1”.


Playstation One Opening Logo's 1080p (Created in Vegas) - YouTube


La mayoría de los adultos gamers de los 90s vivimos una revolución con el PlayStation1, más allá de la revolución de gráficos en 3D, fue los juegos en formato de disco compacto o CD. Esto abrió un camino para lo que todos conocemos como piratería, no me enorgullece decirlo, pero ¿Cuántos no tuvimos un PS1 con chip o incluso hasta el PS2, para poder comprar juegos por $20 en los tianguis? Esto nos dio la posibilidad de tener un catalogo de cientos de juegos listos para disfrutarlos sin tener que gastar mucho dinero. Pero también ¿Cuántas veces no nos sentamos a pensar en que queríamos jugar y al ver aquella torre llena de juegos pensábamos en “no tengo nada divertido para jugar”?, algo así como sentarte a darle vueltas al catalogo de Netflix, diciendo no hay nada interesante para ver y terminar reproduciendo aquel capitulo donde Calamardo hace una banda musical y tocan en el SuperBowl.


La Banda de Tontos | Bob Esponja en Español - YouTube


Como suscriptor de GamePass he disfrutado muchos juegos que en su momento no pude jugar como Doom Eternal o Nier: Automata, pero han sido mas las veces que abro el catalogo porque quiero jugar algo nuevo y nada se me antoja, algunas otras veces he bajado un juego, lo reproduzco una vez y termino borrándolo. Y no es porque no sean malos juegos, sino que, al no gastar tanto dinero, no me pesa el no terminarlo o si quiera darle una oportunidad. Podría ser algo tonto, pero al gastar $1500 en un juego, lo terminas aunque no te guste ya que pagaste demasiado por él. Justo como a muchos nos paso de niños en el PS1, muchos juegos sin terminar, juegos que compramos y jamás jugamos, etc. No es culpa de nadie, ni de los usuarios, ni de Microsoft, simplemente creo que es un fenómeno que siempre se da al tener un catalogo grande de cosas por consumir.


¿Ustedes qué opinan? ¿Cuántos han pasado por este dilema con GamePass, o acaso soy el único loco?