Netflix ha emocionado bastante durante los últimos años. Comenzando como una empresa que ofrecía contenido popular para todo mundo a inclinarse más por promocionar y crear su propio contenido. En esta iniciativa, ha apoyado proyectos de bastantes países y en México ya metió mano con Club de Cuervos, Luis Miguel (aunque esta co-producida con Telemundo) y más recientemente La Casa de las Flores.


Las últimas dos han sido las más criticadas pues han resonado mucho como telenovelas que simplemente pasaron de Televisa a una nueva plataforma - que no es Blim - y ya nos están vendiendo pan de lo mismo. Si algo es cierto es que la plataforma digital trae la idea de expandirse a todo público y crear contenido "que pegue" pero hasta el momento eso no ha quitado la calidad de producción en sus productos.


La Casa de las Flores relata la vida de la familia De la Mora, una familia adinerada de las lomas en la CDMX que es la epítome de la correctitud moral y que su vida se viene abajo después de que la amante de Ernesto (el padre de familia) decide colgarse en la florería familiar. Esto desencadena una serie de sucesos que sacaran los trapitos sucios al sol de la familia y los mandará por un viaje a encontrarse a si mismos, masomenos.



En esta parte es donde comienza este nuevo tipo de neo-telenovelas en la que Netflix está poniendo su dinero para apelar al públicomexicano. Para no hacer pocas las comparaciones, ahí está Verónica Castro como Virginia de la Mora, la matriarca de la casa.


Cada episodio va revelando un poco de la oscura vida de la familia, que hasta ahora habían mantenido el secreto para mantener el estatus social. La bisexualidad del hijo, la transexualidad de la pareja de una hija, el amorío del padre, la madre ama la mariguana y la última hija tiene un novio negro, además de un amorío con una persona de otra clase social.


Desde lejos y para la actualidad, se ven como problemas sociales que no son la gran cosa pero que dentro de una familia que tiene los valores de 1950, es fácil ver como todo podría ser mal visto. Durante el transcurso de la serie, se van haciendo a la idea de su nueva vida en el desastre.


Lo más importante y donde la serie se separa de sus contra-partes televisivas - además de la extraordinaria producción - es la idea de traer todos estos temas a flote y reflejarlos en una familia de clase alta, para que todos los clasemedieros nos regocijemos con su aparente sufrimiento y al final cuenta se note que son pequeñeces sin tanta importancia en el gran esquema de la vida.



El tono de telenovela es basado en todo el drama familiar, entre engaños, mentiras y demás, pero la verdad es que estos dramas familiares son más comunes de lo que uno se imagina en la mayoría de las series centradas en familias. Por otro lado, la serie diluye muy bien todo esto con comedia algo ligera y un poco más de situación, no cuentan chistes pero las situaciones pueden llegar a resultar cómics por una u otra cosa. Especialmente con la actuación de Cecilia Suárez como Paulina de la Mora.


Donde la serie tal vez pesa más en el público mexicano, para bien y para mal, son todas esas situaciones familiares y reconocibles que muchos escondemos por vergüenza. Las travestis del cabaret es un gran guiño al siempre clásico cine de ficheras mexicano, además de que por más transfóbico que sea nuestro país, es imposible no reconocer varios "shows de imitación" de hombres interpretando éxitos de divas mexicanas.



Referencias a canciones de Selena, niños cantando Gloria Trevi, espectáculos de travestis, venta ilegal de mariguana, un hombre con dos familias, pedir un préstamo y no pagarlo. Todos clásicos de la sociedad mexicana.


La Casa de las Flores pega porque en las tramas hay un poco de cada uno, de repente no es tan alocado sentirse identificado con algún miembro de la familia o algún pensamiento. Siempre en el contexto de una sociedad mexicana que aún le falta mucho para avanzar pero que poco a poco se comienza a ver una pequeña luz de tolerancia.


Es cierto que tal vez no entre entre las mejores series de la historia, pero Netflix está intentando marcar un nuevo modo de hacer entretenimiento en México y si bien no dejan atrás métodos añejos y telenovescos a lo Televisa, a través de una producción de mejor nivel se puede ir creando un nuevo camino.